Por otra parte, el top 5 de roles que tendrían los activos digitales para las organizaciones a las cuales pertenecían los encuestados va en el siguiente orden: Custodia de activos digitales, nuevos canales o tipos de pago, diversificación de inversión/portafolios, acceso a plataformas descentralizadas de finanzas y tokenización de activos.
No obstante, es claro que, con la llegada de nuevas tecnologías, oportunidades y métodos de implementación, también vienen retos a afrontar porque representan barreras de entrada. Este tipo de barreras pueden ser más o menos complejas de afrontar, pero las que cuentan con mayor envergadura son la ciberseguridad, las barreras regulatorias, la infraestructura financiera actual, la privacidad, además de los procesos y sistemas legales.
De conseguirse solventar la entrada de los activos digitales a la industria (financiera particularmente), se ven impactos en materia de eficiencia de procesos, mayor cumplimiento (compliance) y transparencia, lo que en últimas representa una verdad optimizada de los hechos, así que es una ventaja competitiva y se genera así un empalme con las expectativas del consumidor.
A manera de conclusión
Se vislumbra un cambio importante en cuanto a los fundamentos de la banca gracias a los activos digitales, pero esta visión está acompañada de cierta cautela. La razón principal de dicha cautela es la necesidad de que exista un despliegue sólido y seguro de todo lo que tiene que ver en materia de cumplimiento y transparencia ya que la industria está en reinvención y se ha estado dando la inclusión de elementos como Smart Contracts en aras de maximizar la eficiencia operacional. Esto nos trae una incógnita:
¿De qué forma se va a adaptar hacia el futuro la industria frente a todas las nuevas tecnologías y soluciones que emergen continuamente?
La ventaja competitiva está de la mano de Blockchain y los activos digitales, pero:
¿Cómo implementarla a su máximo potencial y cómo afrontar los retos y barreras de la industria?
Es algo que valdría la pena reflexionar.